El oro blanco es uno de los metales más utilizados en la joyería actual, por su belleza, elegancia y resistencia. Durante los últimos años ha ido ganando cada vez más popularidad como una elección elegante y contemporánea. Pero ¿no te has preguntado alguna vez cómo se hace el oro blanco para joyería? Tal vez desconozcas el proceso de fabricación de este metal precioso que adorna tus anillos, pulseras y collares. ¡Pues hoy te lo vamos a explicar! Aprenderás cómo se hace el oro blanco, desde su origen hasta su acabado final. Además, exploraremos más en detalle las diferencias clave entre el oro blanco y el amarillo. ¡Vamos a desvelar el secreto!
Proceso de fabricación del oro blanco
Cuando hablamos de oro blanco, nos referimos a un metal que no es puro. Se trata de una aleación de oro amarillo con otros metales blancos como paladio, plata y níquel. Estos metales son los que modifican el color amarillo del oro y sus propiedades, consiguiendo el así llamado oro blanco que tiene un tono grisáceo o plateado. El color puede variar ligeramente según la proporción y el tipo de metal que se le añadan al oro amarillo. Para entender mejor cómo se hace el oro blanco para joyería, veamos más a fondo cómo es el proceso de fabricación.
- Fundición del oro amarillo
El primer paso para conseguir el oro blanco es fundir los metales. Se selecciona el oro puro de tono amarillo como base y se funde a 1.000 grados. De esta forma se obtiene un oro líquido y maleable, que se puede mezclar con otros metales.
- Aleación con metales blancos
El segundo paso es la clave en la fabricación del oro blanco. Determinará el tono exacto del metal. Ahora es cuando se añaden los metales blancos. Según el resultado que se quiera obtener, se añaden en diferentes proporciones. Si se quiere conseguir un oro más claro y brillante, se usará más paladio o platino, si en cambio buscamos un oro blanco más resistente y económico, se le añadirá más níquel o plata al oro amarillo. Recuerda que el tipo de metal y la cantidad que se use en la aleación afecta tanto al color como a la durabilidad del oro. La proporción de oro y otros metales se suele expresar en quilates, que indican la pureza del oro. El oro más común en joyería es el de 18 quilates y significa que tiene un 75% de oro y un 25% de otros metales.
- Moldeado del oro blanco
Después de la aleación, el metal vuelve a estado sólido, ahora como oro blanco, y se moldea para obtener preciosas joyas. Después se pulen las joyas de oro blanco para garantizar un acabado brillante. En algunos casos, estas piezas se recubren con una fina capa de rodio para proteger el metal de la oxidación.
Diferencia entre oro blanco y amarillo
Ahora que ya conoces el secreto, vamos a explicarte las diferencias clave entre el oro blanco y el oro amarillo.
- Composición: Lo que ya hemos aprendido es que el oro blanco y el oro amarillo se diferencian en su composición. El oro blanco es una aleación de oro amarillo y metales blancos.
- Durabilidad: Gracias a la composición, el oro blanco tiende a ser más duradero y resistente a las ralladuras que el oro amarillo. No se deforma ni se rompe fácilmente, y mantiene su brillo y su color durante mucho tiempo. Por ello, el oro blanco es una buena elección para joyas que se usarán a diario.
- Versatilidad: En el mundo de la joyería, el oro blanco es la opción más versátil. Tiene un color más neutro y sofisticado que combina con cualquier tipo de piel, ropa y ocasión. Es perfecto para diseñar tanto joyas modernas como joyas clásicas, adaptándose a todos los estilos.
Cuidado de las joyas de oro blanco
Saber cómo se hace el oro blanco está muy bien, pero si tienes joyas de este tipo en casa, además debes saber cómo cuidarlas para que te duren toda la vida.
Es básico limpiar tus joyas con regularidad. Para un resultado óptimo, usa un limpiador específico para oro blanco y sigue las instrucciones del fabricante. Si no tienes ninguno a mano, al menos limpia tu joya con un paño suave y agua tibia para quitarle el polvo de manera regular. Si no las usas a diario, guárdalas en un lugar seco y aireado. Lo ideal es que guardes tu joya de oro blanco en un estuche o una bolsa individual para que no se raye. Recuerda además no exponerlas a productos químicos, podrían dañar el rodio que la recubre y la joya irá perdiendo su brillo.
Cuida tus joyas de oro blanco para lucirlas como el primer día. Si aún no tienes una pieza de este precioso material en tu colección, explora la sección de joyería de TOUS para encontrar la que va con tu estilo. Descubre elegantes pulseras con diamantes, brillantes pendientes de aro y preciosas alianzas de oro blanco. ¡Te encantarán!